Lo único que no nos gustó fue la cama, ya que son muy incómodas, pedimos cambio de colchón y nos trajeron otro más duro y nada, pedimos cambio de habitación y sin problema pero tampoco, la verdad que veníamos de unos días duros que necesitábamos descansar y relajarnos y en el descanso no lo conseguimos para nada, nos levantábamos siempre con dolor de espalda y agotados.
Lo que si recalco es el personal, es maravilloso, tanto es recepción como en restauración sobre todo, siempre con una sonrisa, super amables y son todos encantadores, transmiten buen rollo entre ellos y fueron maravillosos la verdad, de 10.
La piscina cierra a las 18h y la verdad nos pareció un poco pronto porque aún queda día para poderse bañar.....pero....así son las normas que tienen.