La estancia en general ha sido agradable, con algunos peros importantes:
El servicio es en general es deficiente. Las capacidades que te esperas del personal de atención al público en un alojamiento de esta categoría van más allá de su formación académica. La simpatía, empatía, postura, forma de hablar al huésped de algunos recepcionistas deja mucho que desear. En especial la chica que nos pilló en el turno de noche, que te habla como si fueras un ignorante. Un consejo, se habla con respeto y educación, y para ir de entendida y hacerle la contra a un huésped primero hay que saberse las condiciones del propio alojamiento donde trabajas. Por otro lado, la experiencia en el check in y check out no han sido las mejores. Cuando llegas te esperas que te saluden a pesar del corrillo en recepción, y cuando te vas, se despide uno, sobre todo si es un niño el que te dice adios, por 2 veces. Falta muchisimo protocolo.
En cuanto a la estancia en si, la habitacion es amplia y comoda. Baño enorme. Con acceso directo a zona de jardin muy bien cuidada y a la playa, a 3 minutos.
La cama mal, no muy grande, el cabecero hacia mucho ruido y el colchón era lo más parecido a dormir sobre una tabla, durísimo. Entiendo que es cuestión de gustos pero para mí es durisimo.
Las obras con retroescavadora junto a nuestra habitación desde las 7 de la mañana ha hecho que el descanso y el relax en la habitación haya sido prácticamente nulo, entiendo que hay formas mejores de gestionar el asunto.