El hotel es precioso, de estilo antiguo, pero con un mantenimiento perfecto, lo cual te hace sentirte en una lujosa casa del siglo pasado, con todas las comodidades.
La ubicación es estupenda, en un barrio tranquilo a dos pasos de todo. Perfecto para pasear y, al mismo tiempo, ideal para dormir bien.
Pero lo que hace de este alojamiento un sitio extraordinario es su staff, que desde la llegada te hace sentir como en casa. En nuestro caso, Bruce en recepción se encargó de hacer nuestra estancia memorable, recomendando los mejores lugares para comer y visitar, ayudando en las reservas, y asegurándose de que no faltara ningún detalle para nuestra comodidad y diversión. ¡Sin duda la mejor estancia en Madrid y desde ya mi hotel favorito! Bruce también nos ayudó para el mejor extended-checkout que he tenido… sin duda TOP en servicio, eternamente agradecida y desde YA deseando volver!
Destaco también el servicio en restaurante por parte del personal, que solo probamos en el último día y nos confirmó la gran calidad del hotel. Nos brindaron una atención de excelente calidad y memorable.