El hotel necesita urgentemente una remodelación, en general la limpieza de las habitaciones es buena pero los grifos de los baños y las ventanas no funcionan bien.
El gimnasio es lamentable, pocas maquinas y algunas descompuestas.
El desayuno poco variado, y no puede uno pedir opciones diferentes de huevos. Además permiten que los perros coman en los platos de los huéspedes, hicimos la queja con la responsable del restaurante y nos dijo que iban a tener en cuenta la observación.
El room service terrible, la oferta de platos es reducida y cobran 5.000 pesos por el uso de este servicio, sugiero no pedir el sandiwch de atún, es horrible.
Lo peor de nuestra estadía fue el 31 de diciembre porque había una cena donde llegó gente que no se hospedaba en el hotel y ocuparon todos los parqueaderos (inclusive los de las personas con movilidad reducida), y nos tocó estacionar super lejos a pesar de que les habíamos dicho que viajábamos con una persona que no podía caminar. Adicionalmente nos tocó esperar cerca de 20 minutos para tomar el ascensor porque la gente no respetaba y pasaban por encima de nosotros, fue un mal momento porque prácticamente nos tocó discutir con otras personas para poder usar el ascensor.
Agradecemos a la persona encargada de las zonas húmedas que fue muy atenta con nosotros y nos colaboró en todas nuestras necesidades.
En resumen no volveremos a este establecimiento hay mejores opciones en cuanto a servicio hotelero.