Hotel muy bien ubicado, alrededores solitarios desde las 7 u 8 de la noche. Se descansa bien, las habitaciones son amplias, bien iluminadas. Vama muy cómoda.
El personal es muy atento y servicial, no retengo nombres, pero desde las camareras, pasando por recepción, restaurante y bar, son bastante serviciales. La vista desde el piso 16 donde está la piscina y el bar es expectacular.
Cómo recomendacion: controlar las moscas en la zona de restaurante, de verdad que me dio incomodidad ver como las moscas se posaban y paseaban sobre la fruta, panes y otros alimentos disponibles para el desayuno, también son bastante molestas cuando estas en la mesa consumiendo alimentos.
Los desayunos son muy buenos, generosos y variados, en 4 días de estadía, siempre se cambió el Menú diariamente.
Un detalle que no me gustó, fue que invite a unos familiares a almorzar, la cuenta dio casi medio millón de pesos y aun así, me cobraron 33mil pesos por dejar meter a mi sobrino en la piscina, cuando ni mi esposa y yo, estando alojados, hicimos uso de la piscina.... Son detalles que en otros hoteles han tenido con nosotros.
Y por último, por estatus, me obsequiaban una botella de vino, la pedí y solo era una pequeña botella de vino, para una copa. En un hotel en México si me prometieron una botella de vino y así fue, una botella grande de vino. Deben especificar el contenido, pero muchas gracias por el detalle, me encantó.