La infraestructura es buena, es bastante confortable. Lo que desmerece bastante es la mala atención. Tiene poco personal y por ende disminuye la buena atención. Pasamos una noche y encontramos una araña de regular tamaño en la almohada. Fuimos a cenar al restaurante y nos dijeron que iba a demorar 40 min. porque tenían un grupo grande que atender, al final demoró más de una hora y para colmo terminamos con ardor en los ojos debido al humo de la chimenea que habían encendido innecesariamente. Cuando pedimos que apaguen la chimenea nos dijeron que por orden de la administradora, la Srta. Connie, no se podía apagar. Al hacer el check out, manifestamos toda nuestra incomodidad y la recepcionista/administradora Connie nunca manifestó siquiera una disculpa, fue totalmente indiferente a nuestra incomodidad. Esa actitud fue lo peor del lugar. No recomiendo el lugar, pues de nada sirve tanta infraestructura sin buen personal.