Al reservar al hotel, no podia pensar que iba a ser tan fenomenal.
Está en el centro de todo, a unos pasos de todo lo que hay que ver en Santiago.
Nos dieron todas las facilidades al tener un poco mermardas nuestra movilidad.
Un hotel tranquilo donde poder relajarse despues de jornadas de visitas alargadas.
Al lado de la catedral, cerca de plazas y monumemtos, con la hosteleria a la vuelta.
En fin, en vez de 2 dias, pasamoa 7.
Como dixe su nombre, como en casa.